México tiene una vasta oferta de platillos que ponen a saborear a más de uno, pero todos ellos se disfrutan aún más cuando se les agrega chile, un ingrediente que está presente en toda cocina mexicana que se respeta porque si hay algo que a los mexicanos nos gusta es enchilarnos a la hora de comer, pero ¿sabes qué hace picosa a una salsa?
La gran variedad de chiles que existen permiten preparar salsas de todo tipo: crudas, tatemadas, hervidas, etc., unas más picantes que otras, pero siempre presentes en cada comida. Parte de su encanto es la sensación que producen desde el primer bocado y esta puede variar en función del chile con el que se preparen, ya que hay chiles que solo provocan un ligero ardor y otros pueden llevarte hasta las lágrimas.
La razón de ello, no proviene precisamente de las semillas del chile, como muchos creen, sino más bien de la placenta, lo que popularmente se conoce como venas, las cuales poseen glándulas de capsaicina, sustancia responsable del picor, de la cual sus moléculas se unen a los Receptores de Potencial Transitorio que se encuentran en el sistema nervioso central y son los encargados de la transmisión y modulación del dolor.
Cuando los receptores se activan con la capsaicina se genera un estímulo de “calor” que se transmite al cerebro y por eso en la boca se experimenta ardor y para contrarrestarlo, manda señales para que el cuerpo se “enfríe”, liberando endorfinas, aumentando el ritmo cardiaco y provocando sudoración para regresar poco a poco a su estado normal.
Para algunas personas, los mexicanos, lejos de disfrutar la comida, la sufren por todas esas sensaciones que se pueden experimentar con las salsas. Todo es cuestión de gustos y del nivel de tolerancia del picor, pero lo cierto es que el chile va a seguir presente por los siglos de los siglos porque es una de las tantas riquezas gastronómicas de México.
Por otra parte, la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero en el 2020 informó que: “la producción de chiles aporta alrededor del 20.2% del volumen total de las hortalizas del país y su consumo per cápita se estima en 18.4 kg al año”. Siendo así es posible decir que las salsas son un culto al chile.
Ahora ya sabes por qué pican las salsas y cómo esa sustancia que tiene el chile puede influir en tu organismo, es momento de seguir disfrutando de cualquier platillo con una buena salsa, ¿qué te parecen unos tacos? Ven a Tacos Pampas, el buffet de tacos a la carta más conocido de Querétaro y disfruta enchilarte en compañía de quienes más quieres.
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